BACKSTAGE

A través de los textos que componen este libro trato de jugar con el teatro de la nostalgia. Hay recuerdos que uno piensa que están frescos, pero en realidad no son más que mentiras que uno se repite constantemente para tener memorias un poco más dignas de lo que en verdad son. Es por eso que muchos de los poemas inician con preguntas, porque no hay una certeza de lo narrado, son puras conjeturas que se van dibujando entre escenas aleatorias que viajan a saltos. Estos dos poemas retratan la pérdida, pero no solo en un plano existencial, sino también material. Hablo de pérdidas económicas y espirituales que desencadenan en crisis, autodestrucción y lamento.
Luis Roldán

lus roldán

¿CÓMO LLEGÓ LA SAL....?


¿Cómo llegó la sal a tu despacho?

Mutando al aire libre supongo

dios mío qué espanto

me resulta complicado velar por tus intereses

cuando el interés estima

tres punto cuarenta y cinco

por ciento al mes qué mierda

la quiebra lejana quimera

insignia de perdedores

volemos a Miami

crucemos los dedos

qué más queda por perder

que venda la casa

que venda el camión

que ruegue al alcalde

¡yo! que alzo la copa llena de duraznos

a mis pies tengo diez madres pestañeando

buscando trabajo para sus hijos

que ahora levantan ladrillos

en mi muro de contención

rogarle al banco…

yo que le levanto la falda a la gata

y tengo sobre mi pierna derecha

a la mujer de mi hermano

la de mi hijo y la de mi primo

aplaudiendo el show de este negrito chistoso

me pregunto adónde vas hermano

¿no ves que la obra está empezando?




¿Recuerdas la ofrenda? Dos manos entrelazadas

avergonzadas de encontrarse recibiendo frecuencias puras

vírgenes a mitad del camino pasto artificial bajo los pies

y no sé bien qué disco de la nueva camada.

Una luz intermitente estalla en mi memoria

y me pregunto ¿cómo aguantamos los días?

El último de los días llegó

quebrando las escaleras con un beso

lecciones secundarias en una pared rayada

interponiéndose entre mi canción

y la ola de tus sueños / prendes

el cigarro arrugado que llevas en la cartera

caminemos

me recuerda a los tiempos en Cerro Azul.

Eco silencio sepulcral

los vellos erizados de una cabeza trastornada

que apenas entiende un artículo de la constitución.